jueves, 10 de marzo de 2011

Escribir

Para escribir no hacen faltas las alegrías y penas,
Porque el lápiz te encuentra en la intimidad del pensamiento,
Para escribir no hace falta el amor duradero,
Porque el papel se transforma en el mejor amante.

Para escribir no necesitas del cielo estrellado,
Porque en el alma se guarda todo el universo,
Para escribir no necesitas ver el significado de lo hermoso,
Porque la imaginación hace de lo ordinario una maravilla.

Tomar la pluma, el lápiz, la ceniza para escribir,
Es un acto intrínseco del alma acorralada por la rutina,
Es la llave para liberar y dejar escrito los pensamientos que se escapan,
Es como un jardín lleno de lo que no podemos entender.

La primera palabra desata una avalancha de sensaciones,
Como incandescentes libélulas bordean nuestra libido,
Elevan nuestra existencia y nos llevan a parajes sublimes,
Estados únicos de esa relación insuperable con nuestro espíritu.

Y al final de ese viaje fantástico lleno de existencialismos,
Acabamos sentados en la misma silla,
Con una pluma inmóvil y un pedazo de papel manchado,
Preguntándonos si volverá pronto la musa indicada,
Que nos provoque asesinar otra hoja en blanco.

Mientras se espera el regreso de otro viaje,
El papel salpicado de mil palabras vaga por ojos ajenos,
Pasa de mano en mano recopilando otras historias,
Dejando huellas… Iluminando otros sentimientos,
Se aleja de su cuna para conquistar otros mundos.


Escribir, puede que sea el aprendizaje más sublime del ser, tanto como hablar, tanto como dudar de la vida.

Lyra

No hay comentarios: