jueves, 15 de octubre de 2009

IO

Quiero esta noche profunda, gritarle a todos mis recuerdos, arrugar el presente, y olvidarme por un segundo de las figuras de mi mente.

Caminar y caminar, divagar sobre una esencia olvidada, un lugar preciso en el tiempo, un momento decisivo en mi vida.

Los momentos dejan de ser, los sentimientos pierden su fuerza, todo es pasajero mientras demos un respiro tras del otro, todo pasa, lo único eterno es la muerte. En sí, lo único alegre es recordar como era antes de la tormenta, añorar que pase la depresión profunda, ignorar levemente que estamos solos en medio de esta jauría, y sobre todo seguir adelante, caminar sin detenerse, darle la cara a un nuevo sueño, descubrir un jardín que cure las heridas y nos de la fuerza para salir del fango.

Malery

Extraño

Extraño el fulgor de las alas, cuando rosaban levemente el poder del sol matutino,
Extraño pasos erguidos en el suave almizcle de tabaco puro,
Extraño las sonrisas espontaneas de esas caras que he olvidado,
Extraño todo aquel tesoro que atravesó mi cabeza alguna vez.
Los pensamientos son como flechas luminosas,
Como esas que surcan el cielo desesperado en una noche inesperada, añoro volver a dormir bajo el fuego de la tranquilidad, añoro recordar como era antes de perder las alas, las musas, el todo…
Lo único que puedo hacer, en esta noche pasmosa, sin sentido, lúgubre, es pensar en un quizás que fue o será…