lunes, 7 de julio de 2008

Renacer?

Vagando en la noche,

entre sueños de caos,

aquellos que prometen el pasado,

sucumbo sobre letras agónicas,

en medio de una soledad absurda,

entre el miedo del asfalto,

con la tristeza del cuervo exiliado de casa,

duele cada respiro azufrado,

mil olores se levantan de la mole citadina,

conjuros exhaustos en presencia de la luna fantasma.

Donde estas?

buscarte mantiene un doloroso camino hacia el olvido,

Seguiré?

tendré un poco mas de vida?,

necesito acabar con la efigie de mi pregunta,

para verte solo una vez más,

ángel de medianoche,

tú que hundes mis alas en las sombras,

muestra tu rostro ante mis intuiciones,

ante los cristales de una verdad virgen,

mi alma espera el encuentro,

para arrebatarte la alegría profanada,

despojándote de todos mis sueños robados.

En medio del río de muerte,

he de renacer como el ave prohibida,

tomando las cenizas para cegarte,

derramando tus mentiras en el fuego eterno,

recobrando el vuelo con ímpetu,

desbordando la fuerza de seguir,

aunque agonizante y casi muerta,

la sangre arde en estas venas,

anhelo la única oportunidad,

sumiéndote en el silencio de una condena injusta.

he de retarte por última vez,

aquí estaré para cuando decidas quitarme la última brizna de luz.

Malery

Una muerte repentina, un adiós sin sentido….

La bóveda se pintaba de otoño y las hojas caían suavemente sobre los cojines de musgo rojo que bordaban un hermoso lago, era un día grandioso, había terminado de trabajar muy temprano y dedique el tiempo restante del día a contemplar el cielo desde un parque cercano a mi residencia; allí extendí una manta sobre el prado y me senté observando el cielo nublado y gris.

Después de un rato me fije en un alma solitaria y errante que se hallaba bajo un gran ciprés, le observaba atentamente, había algo en su aurora que me llamaba la atención, cambiaba rápidamente de tonalidades azules a doradas diáfanas, una y otra vez… yo solo me preguntaba que escondía detrás de esa mascara, esa mascara que no podemos evitar cuando estamos encerrados en la maquina de concreto.

Despeje muchas dudas que mi alma compleja se había formulado desde la mañana, y aquel ser extraño se acercó y me pregunto la hora, le dije que eran las 3 en punto mientras lentamente trataba de elevar mi rostro y observar el suyo. Las miradas se cruzaron y me quede fija en esos ojos negros y grandes; nunca antes había observado tanto brillo y esplendor. Aquellos ojos lograban transmitirme el dulce aroma de su aura, de su alma… era exquisito, como si de un solo abrazo quisiera extinguir su esencia en la mía, fue un momento excitante. Permanecía en silencio mientras él recorría con su mirada mi figura, cada parte de mi cuerpo fue muy bien inspeccionada por su mirada inquisidora; al final tan solo me dijo:

-Creo saber que usted no pertenece a este lugar-.

Me tomo por sorpresa tal expresión, solo lo mire fijamente y le respondí:

- Si no es este mi lugar, cuál es?-.

Apenas pronuncie tan infantiles palabras, él se arrodillo tomo algo de tierra entre sus manos y me dijo:

- Bella dama, en este mundo todo esta hecho de polvo, de esta tierra que cae ahora entre mis dedos; pero vuestra presencia conjuga mas allá que el simple polvo de la existencia, su existencia proviene de aquel lugar sagrado del comienzo de los tiempos.¿ Acaso nunca se ha sentido ser un pilar incorruptible frente a las dificultades?-.

Después de estas palabras quise presumir ignorancia, sin embargo recobro vida mi memoria recordando que después de cada batalla me sentía un poco mas libre, mas fuerte, puede que en cada dificultad me halla desmoronado casi hasta convertirme en un despojo, pero siempre renacía de nuevo.

Me quede en silencio mientras él se levantaba de nuevo y me ofrecía una flor lila diminuta que había sacado de su equipaje. Tomé la flor entre mis manos sintiendo su olor agradable, un olor que impregnaba todo su ser, con algo de timidez le pregunté: “¿Porqué son otros los que roban las palabras de nuestra boca para emanciparnos de esta rutina, y despertar nuestra conciencia dormida?”

Se quedo cayado mirando los abetos que formaban una media luna a mis espaldas, respiró profundamente y dijo:

-Tu ser no ha querido despertar, porque temes el despojarte de todos tus sentimientos Humanos, mientras recorres tu vida tan solo se abren pequeños umbrales de esa conciencia, y al final la muerte encierra la entrada magna a tus dones supremos. No busques el porqué, solo abre tu interior-.

Por instante pensé en sus palabras cortas, respire profundamente asintiendo cada una de ellas… con resignación pensé que tal vez tenía la razón, esa podría ser la respuesta a mi búsqueda en vano por un ser humano honorable al cual dedicar mi vida entera. (Era tan cierto aquel secreto de la llamada soledad ? , acaso era la llave de la verdadera felicidad?, con ella por fin sería completamente libre?...)

Podría haber tropezado con un demente; aún así me seguía inquietando su estupor, el ambiente a su lado era calido. Quedamos mudos un tiempo moderado, mientras caía el sol en el horizonte y el atardecer firmaba el cielo con autentica hermosura.

-Ahora estáis lista…. Dijo suavemente…-.

-Para que? Le pregunte-.

-Morirás y entenderás el sentido que guarda la vida y la inquietante soledad por la que preguntas tanto-.

Mi cuerpo se estremeció, un frío lento y suave recorrió mi espalda, cerré los ojos deseando que fuera todo un sueño, pero no era así…

Sigilosamente él se sentó a mi lado, beso mi frente y tomo mi mano izquierda, en ese momento los sonidos cayeron en un abismo, mi visión no distinguía formas, había perdido la noción de la materia, de mi cuerpo, solo percibía la mano de aquel extraño.

Mis ojos recobraron el sentido y observé como la tierra se dividía en dos, no se distinguían las dimensiones de la naturaleza; el mundo que había conocido hasta esa tarde ardía en llamas intensas, sentí un profundo miedo que devoraba mis sentidos, pero esa mano bondadosa calmo mi desesperación; avance en medio de las flamas incandescentes, observando detenidamente que el cielo y la tierra se confundían en un mar de sonidos, olores y detalles.

Su mano calida me permitía sentir una tranquilidad inmensa, el fuego se apago lentamente y divise un lugar sin horizonte; parecido a un cuarto común de cuatro paredes; sin embargo el papel tapiz de cada una representaban seis planos diferentes; en el lado superior se encontraba un universo vivo y titilante, en degrade se deslizaba su negro excelso hacia los lados del recinto en donde se encontraban los sentidos vitales el Aire, fuego, agua y tierra; finalmente bajo mis pies divisaba el mundo en el cual crecí.

Desee ver mi casa por última vez, y aquellos que había logrado amar durante mi vida hasta ese día. Escuche el murmuro del aire y la tierra, cada uno produciendo un sonido suave y complaciente, el mundo bajo mis pies comenzó a mezclarse tanto como cuando el pintor mezcla sus colores en la paleta, y entre tanto evento absurdo observe mi casa y a cada uno de los que había amado. Quise llorar, pero no salían lagrimas… ya nunca más saldrían…

Tan solo recuerdo su voz pronunciando unas ultimas palabras.-“Pretendías hallar un sentido a tu vida?, ahora que has atravesado esta muerte tan bondadosa encontrarás la respuesta mientras observas el universo entero, y cuando la encuentres serás libre como el céfiro”…. Después de aquella bendición o maldición… nunca pude hallar el anhelo por esa libertad…


Fin


Tan solo os pregunto? Que pretendes encontrar aquí en medio de tantas almas andantes y sin horizonte….



Malery

Para la Ausencia

Llevo el estandarte del vacío,

Llevo el honor arrastrado por las trochas de vida,

El fulgor de los ojos lleno de lamento,

Salve aquel horizonte desolado que me espera.

Pensar mejor antes de dar un solo paso,

deseo negar mi origen y olvidarlo por completo,

destruir las mascaras que rodearon mi templo,

quemar vivos a todos los fieles devotos de mi brizna.

Baldío y sombrío se encuentra mi valle,

bajo el cielo lila que duerme bajo los pies del magno,

por un instante me desplomo en el camino,

y me dedico a observar la hermosa bóveda que encierra mi espíritu.

Allí atónita ante lo incontenible,

siento como la muerte invade cada ínfima parte de mi ser,

el pensamiento se sale de su cascaron,

y con todas sus fuerzas se eleva para salir de la peste.

Deseo arrugar toda mi realidad como un papel,

sintiendo el placer sublime de solo observar mis pensamientos,

deseo paralizar el mundo que me rodea,

el tiempo suficiente para huir y no volver mi vista atrás.

Es perentorio el que yo desee morir en el olvido,

No hay marcha atrás en ningún lugar,

No hay como recuperar lo que se dejo pasar,

Carezco de herramientas para reconstruir lo arruinado.

Solo queda el cascaron de la marioneta,

Hoy dejo al mundo solo el ropaje de una ninfa,

Por que este pensamiento agoniza dentro,

Y he decido partir fuera del horizonte vacío,

atravesando la inmensa bóveda celeste.

Malery







ESA TARDE...

Camine tanto esa tarde que no recuerdo porque termine en casa, pensaba una y otra vez en un mango jugoso que había visto en una canastilla de una abuela, siempre terminaba de nuevo mirando la acera sucia, y diciéndole a una paloma que era una vil descarada.

Una lluvia de sonidos y olores inundo esa tarde mi mente, y poco a poco comencé a suicidar escritores, poetas y flores. Mi mundo se había vuelto temeroso, pero a la vez cobraba un color rojo simpatía; si antes no sentía rencor ahora probablemente pensaría que nunca cruzo esa palabra por mi mente.

Para aquellos días la inspiración había tomado un largo sueño dentro de mi memoria, una protesta justa después de escribir tanta tragedia, tanta tristeza; tal vez estaba pagando por sus lagrimas obligadas, cuando ella solo deseaba volar como las mariposas, sentir lo húmedo y calido de un beso con amor, danzar entre las risas de niños y la lluvia sobre las palmeras, sentir tal vez el fresco de una brisa marina, o quizá nadar como delfín entre las olas de un mar esmeralda.

Cuantas cosas vividas, y mi memoria aún resistiéndose a la fe de creer, de sentir locura sobre cada paso sin haberlo pensado. Las margaritas ya no están marchitas y la acuarela del paisaje se convierte en un óleo estrecho y compacto, me pregunto en que tiempo ocurrió toda esta maravilla, a caso el camino y su mano diestra me prepara lo peor, me regala los últimos momentos de contemplación? Su obra no puede ser más bondadosa.

Mis ojos releen libros de otrora, y vuelve a despertar esa corta imaginación, mi inspiración maltratada se levanta, mis ojos poco a poco le relatan cuentos alegres, donde los gatos hablan y se ríen de la gente, donde el amarillo cobra un olor femenino, y el licor se vuelve un estupor vacío, donde los barcos son de colores y el mar no lleva a ninguna parte.

Escucho de nuevo latir el corazón lleno de telarañas, y sus damas de seda comienzan a tejer de nuevo una vieja armadura para que nunca estalle, estoy viva de eso me di cuenta esa tarde donde la gente como muñecos de cera caminaban hacia algún lugar.

Malery