lunes, 7 de julio de 2008

Para la Ausencia

Llevo el estandarte del vacío,

Llevo el honor arrastrado por las trochas de vida,

El fulgor de los ojos lleno de lamento,

Salve aquel horizonte desolado que me espera.

Pensar mejor antes de dar un solo paso,

deseo negar mi origen y olvidarlo por completo,

destruir las mascaras que rodearon mi templo,

quemar vivos a todos los fieles devotos de mi brizna.

Baldío y sombrío se encuentra mi valle,

bajo el cielo lila que duerme bajo los pies del magno,

por un instante me desplomo en el camino,

y me dedico a observar la hermosa bóveda que encierra mi espíritu.

Allí atónita ante lo incontenible,

siento como la muerte invade cada ínfima parte de mi ser,

el pensamiento se sale de su cascaron,

y con todas sus fuerzas se eleva para salir de la peste.

Deseo arrugar toda mi realidad como un papel,

sintiendo el placer sublime de solo observar mis pensamientos,

deseo paralizar el mundo que me rodea,

el tiempo suficiente para huir y no volver mi vista atrás.

Es perentorio el que yo desee morir en el olvido,

No hay marcha atrás en ningún lugar,

No hay como recuperar lo que se dejo pasar,

Carezco de herramientas para reconstruir lo arruinado.

Solo queda el cascaron de la marioneta,

Hoy dejo al mundo solo el ropaje de una ninfa,

Por que este pensamiento agoniza dentro,

Y he decido partir fuera del horizonte vacío,

atravesando la inmensa bóveda celeste.

Malery







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