En el firmamento encontre mi destino, me perdi en el bosque de los sueños. Espero... mientras mi sonrisa se la lleva el viento, al jardin mas hermoso del universo.
jueves, 5 de febrero de 2009
Eco
Espero taciturna sobre la hierba mojada, un te quiero hace eco en mis entrañas, una noche mágica llena de tus recuerdos, una gloria que falla en este instante.
Imagino el camino que une nuestra vida, como un susurro de golondrinas antes de llover, las visiones no pueden ser mas claras que la luna que nos acompaña, estas allí.
Inamovible esencia la que recorre tu aura, palidece mi rostro cuando la diviso en el horizonte, nuestro silencio no nos redime tan solo nos acobarda antes de dar un paso ausente.
Un tropiezo que enmudece el verdadero sentimiento, una mentira que hacemos verdadera, mientras pasa el tiempo y cada vez más se reconoce el fino lazo que nos une.
Espero… Tú siempre al final de mis conclusiones difusas, clamando por el atrevimiento de mis ganas inconformes, por el salto inesperado de mis actos al final del abismo, para nunca alejarnos… nunca más.
Sola, solo… el espejo nos muestra el lado correcto cuando sabemos que aún no es tiempo.
Camellia
jueves, 22 de enero de 2009
Despierto
las sabanas sollozan mientras juegan con la piel,
las sombras desaparecen del zenit de los sueños,
dibujan una verdad que llena el alma de angustia.
Cabalgará lejos de un sueño,
mientras los cabellos se enredan en llanto,
sobre efigies de promesas vencidas,
rotas por la brisa profana de tu aliento.
Una mente cautiva de la incertidumbre,
entrañas que se mezclan con la traición,
un lejano adiós se pronuncia desde el abismo,
entre la distancia que separa nuestros caminos.
Porque preguntar donde esta el dulce de la miel?,
donde esta la voz risueña detrás de la mascara,
dejaron los cuerpos su unión en una danza purpura,
ahora yace el deseo de caminar en soledad.
Vagar toda la noche que acompaña esta tristeza,
Enterrar el dolor de la improbable ausencia,
Olvidar lo que fue ayer como el polvo de casa,
Y comenzar de nuevo… caminando al norte del ocaso.
Mientras el amor concurre furtivamente cada noche al sur.
Camellia
Quien es??

el de los versos y canticos alegres en días fúnebres,
el mismo que reparte los dulces más amargos,
mientras títeres buscan engañar en un intento por vivir.
Las palabras se contradicen y pierden en sus juegos,
sé es presa de la traición de los instintos fanfarrones,
se va encerrando el espacio cuando escapan las musas,
los girasoles duermen mientras no haya un rayo de sol.
Camellia
domingo, 9 de noviembre de 2008
Gané, perdí... vida!! que mas dá!!!
Guardando el valor en frascos de formol,
tostando las liras de la burla,
te regalo mis caracoles bien alimentados,
esos que parlan sobre la lechuga todas las mañanas.
Mi adorable razón se perdió de nuevo,
entre el laberinto de tu acostumbrado sueño,
he quedado vagando entre el vino que destiñe la vida,
sola e inquieta esperando recoger lo sensato de lo demente.
Quisiera estar donde se esconden las cosas perdidas,
allí donde se contienen los duendecillos de reírse burdamente,
mezclarme entre la pimienta y el azafrán,
hasta fundirme con un sabor indefinible.
Anchos y cortos son los límites,
para danzar a saltos entre obras de teatro,
al ritmo que según la vida parezca el menos fácil,
aún así los zapatos nunca envejecen.
Curiosa manera de hablar del azar,
Mil pañoletas mágicas conforman el az bajo la manga,
para todos los magos que dicen ser únicos,
si! esos bastardos de la vida, que saben de su juego… y nunca pierden….!!!
Extraño...
como chicles baratos las sombras se agolpaban en mi ventana,
sin querer me di cuenta a través de los rayos difusos,
que los trinos de los ruiseñores recordaban dulces penas.
El temor andaba ebrio entre mis venas,
hasta que terminó invitándome a su festejo,
un desenfreno infernal entre promesas rotas,
entre palabras quebradas por hechos dolorosos.
Donde estas? Porque no retornas a mi ser,
necesito de ese antaño con el que agradecía la fuerza,
donde el frío de la noche me llenaba por completo,
donde la esperanza se disipaba en el eco de cada amanecer.
Necesito de tus zapatos altos y rojos,
para perforar este camino tras cada paso,
necesito que se devoren las intenciones extraviadas,
para que nadie se fije en esta ermitaña.
Amiga silenciosa que escondes tu rostro bajo el sol,
no me dejes sin la luz que me levantaba ayer,
porque hoy mas que otros días de antaño,
deseo sobrevivir a este juego de palabras.
Alma sin dirección prestadme tu alas,
hoy más que siempre añoro dejar de ser marioneta,
anhelo derretir tanta muñeca de porcelana,
que ronda con sus fauces mi casa… mi casa en la nada…
Malery (C.)
jueves, 25 de septiembre de 2008
Momentos
Existen lapsos de tiempo que se vuelven intocables, recuerdos que dejan de ser memorables, por que de un momento a otro algo nuevo crece. En mi jardín crecieron mil vivencias de fuego, de llanto de risas increíbles, pero nunca nada de lo que allí estuvo fue duradero, todo pasó y se fue como el río que sonando lleva piedras. Sin embargo después de mucho tiempo he logrado descubrir una huella, una efigie de marcas imborrables, como fósiles que quedan estampados en la pared de mi mente, y me doy cuenta que eso reconstruye lo que soy, de eso se compone la fina mezcla de lo burdo, prosaico y rebelde que decora mi alma.
Nunca es tarde para escribir momentos en los que nos miramos al espejo y observamos los cambios en nuestros gestos y pareceres. Ninguna lucha o herida fue en vano, de no ser así no podría cuidar de mi camino.
Hoy en una madrugada de sueño y frío, con certeza sé que lo que permite que siga en camino sin flanquearme, es la promesa de lograr la confianza, la fé y la bondad de lo vivido cada día, con el sueño de alcanzar la tranquilidad. Ahora que me acompaña una mano cada día he de cambiar mi caminar errante, para quedarme en una nueva tierra y allí dedicar todos mis esfuerzos por sobrevivir.
lunes, 22 de septiembre de 2008
I "Pensamientos de Mediodía"
Mientras afuera la mole de piedra camina,
La sed maldice este cuerpo olvidado por la vida,
dejando el suspiro como el verso sacro de la muerte.
Las venas corren como ríos pusilánimes,
como el que no sabe para donde va,
sin rumbo, siempre sin destino hacia el abismo
ríos rojos que poco a poco se van secando.
Imágenes cruzan las esquinas del recuerdo,
evocan la sonrisa de un beso trabado por el odio,
aman ladronzuelas de minutos largos,
para solo recordar un placer, un adiós sin compromiso.
Es inevitable querer morir en medio del polvo,
querer despedir el mundo festejando su vacua sabiduría,
para yacer en medio de florecillas exquisitas y hermosas,
dormir por siempre en el mar del silencio profundo.
Camellia