Me encanta escribir en tiempos cortos pero completamente
míos, abstraída de la realidad inmediata, abstraída de un mundo sonoro o más
bien ruidoso y convulsionado. Sin duda escribir me relaja en medio del estrés
del día a día.
En esta entrega de pequeños fragmentos y para quienes siguen
estos retazos que me recuerdan viejas épocas, me he centrado en analizar cosas
trascendentales del diario vivir. Desde que tengo uso de razón leía escritos
confusos de personajes singulares y en algunos casos considerados muy amargos
para su época (yo diría realistas), me gusta percibir sentimientos ocultos tras
letras abstractas y complejas. A medida que avanza éste camino el tiempo se
vuelve un “San Gréal”, todo es
cuestión de tiempo: las relaciones, los amigos, la familia, el trabajo, el
estudio y en esa medida tu rol día a día se vuelve impredecible.
Existen circunstancias que nos dejan vacíos, sobre todo
cuando entregas más de lo que te piden o esperas demasiado de aquellos que te
rodean, estos escenarios sin duda afectan nuestra vida porque atraen sentimientos
de desilusión, decepción y algunas veces te sientes traicionado. Sin embargo,
este tipo de sucesos en vez crear una coraza defensiva ante el entorno nos debería
llenar de discernimiento para evaluar el error, finalmente aunque suene
trillado la mayoría de las veces en nosotros mismos está la respuesta. Es
frecuente buscar la razón de nuestros problemas en los demás pero nunca nos detenemos
a evaluar nuestro actuar para encontrar el meollo del asunto.
La cruda realidad es que a veces las personas sonríen de más,
invocan buenos deseos, acompañan por momentos pero finalmente el camino es de
una sola persona, encontrar el equilibrio de lo que entregas al mundo es
fundamental para evitar el drama de la entrega desmedida y no correspondida. Supongo
que la misma vida te muestra las opciones y te permite decidir cambiar los
desenlaces.
Estoy convencida que debes tomar muchos atajos para ser
feliz. La lealtad no es con los demás, realmente es con uno mismo y su esencia,
sin que esa decisión implique ser deshonesto y falso (eso es otro cuento). Algunos
nacimos bajo la estrella del cambio constante, de la inestabilidad edificante,
servir de conexión para otros aunque pasemos inadvertidos después de un tiempo,
en esa medida tienes algo de libertad para ser tú mismo sin tanto drama.
Malery (Mary L. B-L)
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